Cuenta la historia que un día un chico le llevo a su novia un ramo de 100 rosas y antes de irse le dijo, te voy a amar hasta que la ultima rosa muera.
Con el tiempo las rosas se empezaron a marchitar y la chica las iba retirando una a una a medida que esto sucedía.
Hubo una semana en que quedaban cuatro, luego tres y luego dos. La chica preocupada, termino de sacar la penúltima rosa del jarrón donde las había tenido y se sentía triste, recordando las palabras de su novio "te voy a amar hasta que la ultima rosa muera". Solo quedaba ahora una en el jarrón y ella se sentía triste, desolada.
Sin embargo pasaron las semanas, pasaron meses y la rosa seguía ahí, intacta como el primer día. Cuando se percato de ello se acerco a observarla mas de cerca, cuando la tomo con su mano, se dio cuenta que esta era de plástico. Una sonrisa se asomo a sus labios.
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